Melastoamataceae de tres regiones del Chocó
Three regions Melastomateceae Chocó
Enrique Rentería Arriaga1, Leider Palacios2, Jhon Jairo Cuesta3, Zulmary Valoyes4
1.
Biólogo, MSc en Sistemática Botánica, Grupo de
Investigación en Biosistemática, Universidad
Tecnológica del Chocó «Diego Luis
Córdoba», Director general de la Fundación
Jardín Botánico Jotaudo, Chocó, Colombia.
e-mail: enriquerenteria11@hotmail.com
2. Biólogo
con énfasis en recursos naturales, Grupo de Investigación
en Biosistemática, Universidad Tecnológica del
Chocó «Diego Luis Córdoba», Chocó,
Colombia. e-mail: leipal@hotmail.com
3. Biólogo
con énfasis en recursos naturales, Grupo de Investigación
en Biosistemática, Universidad Tecnológica del
Chocó «Diego Luis Córdoba», Chocó,
Colombia. e-mail: jhojacusa@gmail.com
4. Bióloga
con énfasis en recursos naturales, Especialista en
Administración de Recursos Naturales, Grupo de
Investigación en Biosistemática, Universidad
Tecnológica del Chocó «Diego Luis
Córdoba», Chocó, Colombia. e-mail: zulmaryvaloyes@gmail.com
RESUMEN
La
región del Chocó en Colombia es una de las áreas
más húmedas del mundo. En el herbario Chocó
reposan 24 géneros y 128 especies de los cuales, dos
géneros y 53 especies se encuentran en la colección.
Existen 87 melastomatáceas indeterminadas y 310 sólo
determinadas hasta género. Las regiones fitogeográficas
mejor representadas son la selva pluvial central, la región del
San Juan, San José del Palmar y la costa Pacífica. Las
regiones más pobres son las tierras altas del Carmen de Atrato,
la región de Urabá, la serranía del Darién
y la selva húmeda del norte. En el presente trabajo se
realizaron tres muestreos: en Tutunendo, en Tadó y en Pie de
Pató (ciudad Baudó); en cada uno de ellos se
analizó 0.4 hectárea donde se colectaron
especímenes al azar y se obtuvieron 87 especies, con los
siguientes resultados: 16/41, 19/55 y 13/37 (géneros/especies),
Tutunendo, Tadó y Baudó, respectivamente. Es decir, para
un total de 19 géneros y 87 especies, una especie nueva en el
género Tessmannianthus para Colombia, con la posibilidad de que
en otros géneros haya nuevas especies, por ejemplo Henrriettella.
Palabras clave: Melastomataceae; Tutunendo; Alto Baudó; Tadó.
ABSTRACT
The Choco region in
Colombia is considered one of the wettest areas of the world, Forero
& Gentry (1989). Lie in the herbarium CHOCO 24 genera and 128
species of which two genera and 53 species rests in the collection.
There are 87 and 310 indeterminate Melastomataceae only identified to
genus. Phytogeographical regions were better represented, the central
rain forest, the region of San Juan, San José del Palmar, costa
pacífica, and the poorest, the highlands of Carmen de Atrato,
the region of Urabá, the Serranía del Darien and jungle
humidity norte. This work were three sampling: Tutunendo, and in
Tadó Pie de Pato (city Baudó) in each 0.4 hectare was
analyzed, and specimens were collected randomly where was 87 species,
with the following results: 16/41, 19/55 and 13/37 (genus/species,
Tutunendo, Tadó and Baudó) respectively. ie, for a total
of 19 genera and 87 species, a new species in the genus Tessmannianthus
to Colombia, with the possibility that other genres are new species for
example Henrriettella.
Keywords: Melastomataceae; Tutunendo; Alto Baudó; Tadó.
INTRODUCCIÓN
Se estima que en el
neotrópico pueden existir 4200-4500 especies de Melastomataceae
en 166 géneros (Takhtajan 1997), para Colombia se registran
aproximadamente 61 géneros (Quiñones 2001).
La familia
Melastomataceae Jussieu (1789) pertenece a la división
Magnoliophyta, a la clase Magnoliopsida y al orden Myrtales Cronquist
(1981).
Los estudios
de la familia Melastomataceae en la zona son pocos y presentan una
carencia de información confiable para la determinación
de sus especies, muchas de las cuales muestran una distribución
restringida a zonas específicas (endemismos) (Borchsenius 1987).
A pesar de ello, esta familia se constituye como un indicador
ecológico importante por su ecología y su
taxonomía diversificada, que además suministra
información extrapolable a otros grupos (patrones de
distribución y riqueza).
La familia
Melastomataceae (tunos, mayos y siete cueros), se caracteriza por
presentar hierbas anuales o perennes, arbustos o árboles
pequeños, a veces epifitas o trepadoras; plantas hermafroditas o
raramente dioica; hojas simples, opuestas, decusadas generalmente con
3-9 nervios longitudinales que se organizan en la base de la
lámina o nerviación plinervia, raramente pinnatinervia;
inflorescencia en panícula o cimas terminales o axilares o
flores solitarias; fruto una cápsula o una baya; semillas pocas
a muchas de varias formas, sin endosperma (Almeda 2001).
El
conocimiento sobre la diversidad y distribución de este grupo en
el departamento de Chocó es bastante pobre, porque es un grupo
de interés para los investigadores, pese a que siempre se
informa en todos los estudios florísticos, como una de las
familias más representativas. Este trabajo se realizó
como un aporte al conocimiento sobre esta familia, a la
distribución biogeográfica de sus representantes en el
Chocó y para aumentar las colecciones del herbario de la UTCh,
que contribuirá al desarrollo del estudio biosistemático
de ésta, dentro del marco del estudio de la familia para el
Chocó biogeográfico.
Los
resultados alcanzados refrendan la importancia de la realización
de estos estudios monográficos para el departamento del
Chocó.
ÁREA DE ESTUDIO
El departamento del
Chocó tiene una extensión de 47.000 km2 aproximadamente,
equivalente a 4% del total de la extensión del país.
Está conformado por 31 municipios, en tres de los cuales
(Quibdó, Istmina y Riosucio) se concentra gran parte de la
población, para un total de 423.098 habitantes, según
cifras estimadas a partir de la población censada en 1993.
De esta
población, 90% es de raza negra; 6% es mulata y blanca y el 4%
restante es indígena. El departamento está localizado en
la región pacífica al noroccidente colombiano entre los
4º10´ y los 8º10´ de latitud norte y entre los
76º y 78º de longitud oeste, es la única región
de Sur América que posee costas en los dos océanos.
Los
ríos y las áreas de ciénagas influyen en el clima
húmedo que prevalece, así como su zona que tiene una
altísima precipitación pluvial y es reconocida como una
de las más húmedas del planeta. El régimen de
lluvias es permanente, registrándose hasta 11.770 mm para
varios años en Tutunendo; estos datos explican por qué
esta región es el lugar más húmedo del mundo (Sota
1972). De acuerdo con Buston y Ramírez (1977), el área
más lluviosa se localiza en La Vuelta, al sur de Quibdó,
con un promedio de 9.100 mm después de 31 años de datos
directos. Estas condiciones de ubicación y clima, son la base
del hábitat de la más variada y rica gama de recursos de
flora y fauna, construyendo una importante reserva patrimonial, que
alberga dentro de sus límites territoriales, el Parque Nacional
Ensenada de Utría, el Parque de las Orquídeas en los
límites con el departamento de Antioquia, el Parque Nacional
Natural de Tatamá, mientras que en la frontera con Panamá
se ubica el Parque Nacional de los Katíos (Plan de Desarrollo
2004-2007).
Limita al
norte con la República de Panamá y el mar Caribe, al
oriente con los departamentos de Antioquia, Risaralda y Valle del
Cauca, al sur con el Valle del Cauca y al occidente con el
océano Pacífico.
En el
Chocó se distinguen cinco unidades fisiográficas:
planicie marina, formas aluviales, colinas, serranías y
cordilleras, todas con representación de Melastomataceae que
crecen en nuestro departamento. En el mapa ecológico de Colombia
(IGAC 1977; citado por Forero y Gentry 1989), presenta ocho zonas de
vidas: bosque muy húmedo tropical (bmh-T), bosque muy
húmedo premontano (bmh-PM), bosque húmedo tropical
(bh-T), bosque pluvial montano bajo (bp-MB), bosque muy húmedo
montano bajo (bmh-MB) y bosque pluvial montano(bp-m).
Fisiográficamente, Forero y Gentry 1989, reconocen ocho regiones fitogeográficas:
Región de Urabá.
Ubicada al norte, en el bajo río Atrato, en la costa chocoana
sobre el mar caribe, está cubierta en su mayor parte por bosque
húmedo tropical (bh-T); es la única con estación
seca marcada.
Serranía del Darién.
Las tierras altas a lo largo de la frontera con Panamá, que
alcanzan los 1540 m en el Alto del Nique y los 1900 m en la cumbre del
cerro Tacarcuna.
Selva húmeda del norte. Se
localiza hacia el sur de la región de Urabá, se extiende
desde los límites con Antioquia hasta la serranía del
Darién, al norte de Riosucio, conformada en su mayor parte por
bosque muy húmedo tropical, según Holdridge.
Región de la costa Pacífica. Abarca
la planicie costera del Pacífico desde la frontera con
Panamá hasta la desembocadura del río San Juan, incluye
el Alto del Buey que alcanza una altura de 1200 m (la tercera salida se
realizó a la zona del Alto Baudó, Ciudad Baudó o
Pie de Pató)
Tierras altas del Carmen de Atrato. Es
la región del alto río Atrato, en la vertiente occidental
de la cordillera Occidental por encima de los 1.000 m.
Selva pluvial central. Localizada
en el valle del río Atrato, en los alrededores de Quibdó,
donde se localiza la mayor pluviosidad del Departamento; la selva
pluvial tropical de esta zona es una de las más ricas del mundo
en número de especies (la primera salida se realizó a
Tutunendo)
Región de San José del Palmar.
En las cercanías de la localidad con el mismo nombre, en el
suroriente del Departamento y en las estribaciones de la cordillera
Occidental. Esta región incluye el Cerro del Torrá que
alcanza los 2.700 m de altura.
Región del río San Juan. Incluye
el valle del río San Juan, desde Istmina hacia el sur. La mayor
parte de esta región es de transición entre el bosque
pluvial y el bosque muy húmedo tropical, con 6000-7500 mm de
precipitación anual. Nuestra segunda salida se concentró
en esta región, es decir, en la estación que posee el
IIAP (Alto San Juan, Tadó entre Angostura y Playa de Oro).
MÉTODOS
El trabajo se
realizó con base en revisión de literatura. Sirvieron
como apoyo los trabajos de Gentry (1993); Forero y Gentry (1989),
Rangel et al. (2004), Cronquist (1981), Salero: Diversidad
biológica de un (bp-T), volumen XIV de la Flora Brasiliensis
(Alfredo Cogniaus),volumen 13 de la Flora de Ecuador (Wurdack), Flora
de Panamá, Parte VII, fascículo 3 (A. H. Gleason),
volumen VII, segunda parte de la Flora de Venzuela (Wurdack), entre
otros; las listas y datos fueron comparados con los ejemplares del
Herbario Chocó. Mediante el método de biogeografía
estática, la distribución geográfica se
determinó ubicando los datos obtenidos en el mapa, en el que se
representa cada uno de los géneros en las regiones, cada uno con
un punto de color diferente, luego se unen los puntos, mostrando una
figura que determina el estado de distribución. Este trabajo se
complementó con biogeografía dinámica, es decir,
con la realización de un muestreo en tres áreas de 0.4
hectárea (10 transeptos de 5x80 m2, Tutunendo, Tadó y el
Alto Baudó; además, se hicieron colecciones al azar. Se
siguió la metodología de Villareal y otros (2004).
Para la
identificación y determinación del material colectado, se
utilizaron las bases de datos de los herbarios: NY, COL, MO del
Humboldt y posteriormente se permaneció durante cinco
días en el Herbario Nacional Colombiano, confirmando las
identificaciones y determinaciones realizadas previamente, es decir, se
revisaron todas las colecciones del Herbario Nacional Colombiano
mediante el método comparativo y con la colaboración del
especialista en Melastomataceae, profesor Humberto Mendoza y Alvaro
Cogollo del JAUM (Herbario del Jardín Botánico de
Medellín) y los miembros del grupo de biosistemática que
vienen manejando grupos específicos de las Melastomataceae.
RESULTADOS
En el departamento
del Chocó, hay un registro de 181 especies, distribuidas en 26
géneros; de éstas, cuatro géneros y 53 especies no
reposan en la colección del herbario de la UTCH (Chocó).
Existen además 87 melastomatáceas indeterminadas y 310
sólo determinadas hasta género.
En cuanto a
la diversidad el género mayor representado en número de
especies fue Miconia con 55, seguido de Clidemia con 28 especies y
Topobea con 16 especies. Este resultado, es un compendio de la
información procesada del herbario, de las publicaciones, las
bases de datos del COL.MO, NY y otras floras como Brasil,
Panamá, Venezuela, Ecuador, Perú (Tabla 1).
A nivel de
la distribución, al unir los puntos, se observa la forma ovalada
que tiene la familia, lo que indica una expansión y centro de
confluencia de géneros como: Miconia, Clidemia, Topobea, Osaea,
Blakea, Conostegia, Tibouchina, Triolena, Aciotis, Leandra,
Adelobotris, Tococa, Monolena que están más repartidos en
las zonas fitogeográficas; su organización en orden
descendente muestra el grado de representación de los
géneros en las zonas. Además, los géneros
Acisanthera, Alloneuron, Arthrostema Meriania, Catocorine, Centradenia,
Tessmannianthus, Chaetolepsis, Heterotrichun, Centronia, Henrriettella,
tienen una distribución limitada o poco conocida.
Las zonas
más ricas en diversidad de géneros fueron la selva
pluvial central con 19, la región del San Juan con 17, San
José del Palmar con 16, la costa Pacífica con 15. Con
menos diversidad se encontraron las tierras altas del Carmen de Atrato
con 11, la región del Urabá con 10, la serranía
del Darién con ocho y la selva húmeda del norte con siete.
En el
muestreo de Tutunendo se encontraron 16 géneros (Aciotis,
Adelogotrys, Blakea, Clidemia, Henriettela, Leandra, Miconia, Monolena,
Ossaea, Tocota, Topobea y Triolena), faltando determinar tres
poblaciones que se encontraron en estado estéril y 13 especies
por identificar, para un total de 37 especies y 1,349 individuos. Las
especies más abundantes y dominantes son Clidemia killipii (196
individuos), Miconia sp1 (155 individuos), Ossaea spicata (151
individuos) y Tocota guianensis (109 individuos). Las más
diversificadas son Miconia sp1 (que presentó en nueve de los 10
transectos, llamado vulgarmente por los campesinos como Pogó,
árbol entre 17 y 20 metros de altura) y Miconia nervosa (en
siete de 10 transectos); los géneros Aciotis y Grafenrieda son
los más restringidos; sólo se encontraron en un transecto
de los diez. Los géneros con más especies son Clidemia
(con seis especies), Blakea y Miconia (con cinco especies cada uno).
En el
muestreo realizado en Tadó se encontraron 19 géneros
(Aciotis, Adelogotrys, Alloneuron, Acisanthera, Bellucia, Blakea,
Clidemia, Conestegia, Grafenrieda, Henriettela, Leandra, Miconia,
Monolena, Ossaea, Tessmannianthus, Tocota, Topobea y Triolena),
faltando determinar tres poblaciones que se encontraron en estado
estéril y 18 especies por identificar, para un total de 59
especies y 1.374 individuos. Las especies más abundantes y
dominantes son Ossaea sp (244 indiviudos), Graffenrieda sp (193
individuos), Clidemia crenulata (128 individuos), Tocota guianensis
(110 individuos), Ossaea robusta y Ossaea spicata (con 91 individuos
cada una) y las especies de mayor diversidad fueron Ossaea sp (se
presentó en nueve de los 10 transeptos y parece ser un nuevo
reporte) y Ossaea spicata y Clidemia crenulata (se reportaron en ocho
de los 10 transeptos) y Ossaea robusta (en seis de los 10 transeptos).
Los géneros Aciotis, Adelobotrys, Acisanthera son los más
restringidos, sólo se encontraron en un transepto de los diez.
Además, los siguientes géneros presentan varias especies
restringidas a un solo transepto Blakea, Clidemia, Conostegia, Leandra,
Miconia, Monolena, Ossaea, Topobea, Triolena. Los géneros con
más especies son: Miconia (con 13), Clidemia (con ocho) y Blakea
(seis).
En el
muestreo del Baudó se encontraron 13 géneros:
Adelogotrys, Blakea, Clidemia, Graffenrieda, Henriettela, Leandra,
Miconia, Monolena, Ossaea, Tessmannianthus, Tocota, Topobea y
Triolena), faltando determinar tres poblaciones que se encontraron en
estado estéril y 18 especies por identificar, para un total de
37 especies y 906 individuos. Las especies más abundantes y
dominantes son Tocota padiciflora (187 individuos), Tococa guianensis
(95 individuos) y Triolena spicata (79 individuos).Las especies con
mayor diversidad fueron Tococa spadiciflora (se presento en siete de
los 10 transeptos) y Tocota guianensis (que se reportó en cinco
de los 10 transeptos).
Los
géneros Aciotis, Adelobotrys son los más restringidos;
sólo se encontraron en un transepto de los diez. Los siguientes
géneros presentan varias especies restringidas a uno o dos
transeptos Blakea, Clidemia, Conostegia, Leandra, Miconia, Monolena,
Ossaea, Tessmannianthus, Topobea, Triolena. Los géneros con
más especies son: Miconia (con siete especies), Clidemia (con
seis especies), Ossaea y Blakea (cuatro especies cada uno) (Tabla 3).
Como muestra esta tabla, el total de géneros colectados fue de
19 y 87 especies en las tres zonas. De igual manera, se muestra
comparativamente el número de géneros y especies de cada
zona, así: Tutunendo 16/41; Tadó19/55 y Baudó,
13/37.
DISCUSIÓN
La
distribución actual de los individuos de la familia
Melastomataceae se correlaciona con el clima, lo que coincide con la
afirmación de que el Chocó es el lugar más
húmedo del mundo (Forero y Gentry 1989). En estos momentos se
encuentra en expansión como lo muestra el Mapa 1, a pesar de que
éste es un primer trabajo y que falta adelantar más
trabajo de campo y en especial las colecciones al azar.
La riqueza
de los géneros Miconia, Leandra, Topobea, Osaea, Conostegia,
Tococa, Clidemia, Monolena, Acioitis, Tibouchina, Triolena,
Henrrietalla, Graffenrieda, Acisanthera, Meriania, Blakea, Bellusia,
Tessmannianthus y Nepsera, de la familia Melastomataceae, es el eje
sobresaliente de una de las áreas más húmedas del
mundo, la selva pluvial central, debido a su alta pluviosidad que se
evidencia en el número de colecciones y la accesibilidad a estos
lugares (Forero y Gentry 1989), lo que se refrenda con los resultados
obtenidos en el muestreo de 0.4 hectárea, con 16 géneros
de los 26 que se han reportado para el Chocó y de los 19
reportados para Tutunendo en este estudio, enunciado antes; sobresale
la dominancia y diversidad del género Miconia y Clidemia. De
igual manera las 37 especies obtenidas es un dato interesante al
compararlo con las 30 especies que se observan en el estudio de impacto
ambiental del Baudó (Animas-Nuquí). Muchas de estas
especies tienen una gran utilidad en la farmacopea nativa, para cura de
picadura de culebras, diferentes tipos de dolores, golpes, fiebres,
gripa, resfriados, etc. En el estudio del Baudó sobresalen de
nuevo los géneros Clidemia y Miconia con seis especies cada uno.
La riqueza
de los géneros Miconia, Leandra, Topobea, Osaea, Conostegia,
Tococa, Clidemia, Monolena, Acioitis, Tibouchina, Triolena,
Henrrietalla, Graffenrieda, Acisanthera, Meriania, Blakea, Bellucia,
Tessmannianthus y Nepsera, de la familia Melastomataceae, es el eje
sobresaliente de una de las áreas más húmedas del
mundo, la región del San Juan, por su alta pluviosidad que se
evidencia en el número de colecciones y la accesibilidad a estos
lugares (Forero y Gentry 1989), lo que se refrenda con los resultados
obtenidos en el muestreo de 0.4 hectárea, con 18 géneros
de los 26 que se han reportado para el Chocó y de los 17
reportados para el San Juan en este estudio; es decir, sobrepasamos lo
enunciado anteriormente. Sobresale la dominancia y diversidad de
géneros: Ossaea, Graffenrieda y Tococa que no es el paradigma
para el Chocó, pero que nos dice que es su zona de mejor
adaptación; de igual manera, las 59 especies que se obtuvieron
son un dato interesante al compararlo con las 30 especies que se
observaron en el estudio de impacto ambiental del Baudó
(Ánimas-Nuquí) y las 50 obtenidas en Tutunendo.
Los
resultados para el Baudó también son importantes porque
se obtienen 13 géneros de los 15 reportados anteriormente por
Forero y Gentry (1989) y Rangel (2004); el número de especies
coincide con los datos reportados por Rentería (2005), en el
estudio de impacto ambiental Ánimas-Nuquí UTCh-INVIAS. A
diferencia de Tutunendo donde la especie más dominante fue
Clidemia killipii, en el estudio fue Tocota spadiciflora, Tococa
guiananesis y Triolena spicata. Un aspecto importante es que el estudio
se realizó en un bosque primario, razón por la que el
número de géneros y especies es más bajo que en
los otros puntos. El género con más especies coincide con
Miconia.
La riqueza
de los géneros Miconia, Leandra, Topobea, Osaea, Conostegia,
Tococa, Clidemia, Monolena, Acioitis, Tibouchina, Triolena,
Henrrietalla, Graffenrieda, Acisanthera, Meriania, Blakea, Bellucia,
Tessmannianthus y Nepsera, de la familia Melastomataceae, es el eje
sobresaliente de una de las áreas más húmedas del
mundo, la región del San Juan, por su alta pluviosidad que se
evidencia en el número de colecciones y la accesibilidad a estos
lugares (Forero y Gentry 1989), lo que se refrenda con los resultados
que se obtuvieron en el muestreo de 0.4 hectárea, con 16
géneros de los 26 que se han reportado para el Chocó y de
los 19 reportados para el San Juan en este estudio, es decir, se
sobrepasa lo enunciado antes. Sobresale la dominancia y diversidad del
géneros Ossaea, Graffenrieda y Tococa que no es el padigma para
el Chocó, pero que nos dice que es su zona de mejor
adaptación; de igual manera, las 55 especies obtenidas es un
dato interesante al compararlo con las 37 especies que se obsevaron en
el estudio de impacto ambiental del Baudó (Animas-Nuquí)
y las 41 obtenidas en Tutunendo.
Muchas de
estas especies tienen una gran utilidad en la farmacopea nativa, para
cura de picadas de culebras, diferentes tipos de dolores, golpes,
fiebres, gripa, resfriados, etc., como lo demuestra Salas 2007, al
realizar una revisión de los trabajos de fotoquímica:
«Observando todos los trabajos se nota claramente una constante,
referente a los metabolitos secundarios encontrados en las especies de
la familia melastomatáceas, y es la gran cantidad de taninos
hidrolizables que presentan estas plantas, así como
también los flavonoides, sin contar con los compuestos nuevos
aislados y las actividades biológicas de estos».
Actualmente, él viene realizando un estudio químico de
Aciotis polystachya que en el Perú se utiliza para tratar la
tuberculosis, enfermedades de dolencias en los riñones
(Freire-Fierro 2002), especie que fue colectada en Tadó y de la
que se tomó muestra para el análisis químico.
Otro factor que
influye es la capacidad de dispersión, que desde el punto de
vista ecológico se ve reflejado con los diversos tipos de frutos
que la familia brinda, las múltiples y abundantes semillas que
contienen los frutos, así como lo apetecido de su néctar,
útil para frugívoros y nectarívoros (Cronquist
1981).
Los estudios
de Melastomataceae son muy restringidos y en todos los muestreos
generales de la vegetación ocupan un lugar importante;
analizando los patrones de distribución, se puede ver la
importancia de la esquina de América (Chocó), Transecto
EIA 0.4 ha (UTCh-INVIAS 2005) con 30 especies. El departamento del
Chocó (Forero y Gentry 1989), con 181 especies; Chocó
Biogeográfico (Rangel 2004), con 225 especies. Comparado con
Barro Colorado Panamá (Croat 1978) que reporta 35 especies,
Magdalena medio (Rentería 1980) con 13 especies, San Luis
Antioquia (Rentería y Cogollo 1984) con 42 especies,
Urabá (Rentería y Brand 1986) con 22 especies y Salero
(García et al. 2003) con 4 especies, presentándose un
alto volumen de recombinación de especies. Los datos de la
estación Tutunendo del alto San Juan y Baudó, muestran
que es necesario seguir trabajando en un inventario intensivo en todas
las estaciones, para romper los paradigmas tradicionales; es decir,
además de los trabajos rápidos como los que se
están haciendo hoy, se debe complementar con una mayor
dedicación en tiempo a las colecciones al azar. Además,
se ratifican la importancia de la realización de estos estudios
monográficos de las familias más representativas del
departamento, por toda la información ecológica
fitogeográfica y sistemática que proporciona.
Al poseer la
familia Melastomataceae distribución cosmopolita (viven en todos
los países del globo, con condiciones propicias a su
desarrollo), facilita o establece una capacidad de dispersión de
sus especies que supera la dispersión real y efectiva.
La curva de acumulación de especies de las Melastomataceae (Gráfica 1)
muestra al inicio un ascenso rápido y luego una
estabilización sin llegar a la saturación, lo que
significa que con un esfuerzo superior se lograría un mayor
número de especies en las parcelas, como lo muestra la
línea de tendencia logarítmica; es decir, el mismo nos
está diciendo, que hay que dedicarle más esfuerzo, es
decir, más cuadrante en la zona.
Al comparar
los resultados de las tres salidas de campo, se observó un total
de 87 especies, donde Tadó, a pesar haber presentado un bosque
secundario, registró 50% de los cuadrantes, comparado con
Baudó que es un bosque completamente primario y Tutunendo un
bosque intervenido, lo que nos demuestra la riqueza de las
Melastaomataceae en estos ecosistemas. Un 16% de las 87 especies
están en las tres zonas, 13.7% se encuentran en Tutunendo y
Tadó, 5.7% comparten entre Tutunendo y Baudó; Tadó
y Baudó comparte 4.5% de las especies, un 13.7 sólo se
presenta en exclusivas de Tutunendo, 13.7 son exclusivas del
Baudó y 28.7 sólo están presentes en Tadó,
es decir que 25 especies sólo se reportan para Tadó, 12
especies sólo para el Baudó y 12 para Tutunendo.
Los
géneros con más especies son Miconia Blakea, Clidemia y
Ossaea, con 23, 10, 8 y 7 especies. Al comparar las 87 especies (que se
resumen en 19 géneros) con las bases de datos de la floras de
Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela se
encuentra que:
· 28 especies son primer registro para el Chocó.
· 1 especies son primer registro para Colombia.
· 25 especies endémicas de Colombia.
· 19 géneros/ 87 especies para el Chocó.
El
Chocó comparte 14 especies con Brasil, 42 especies con Ecuador,
40 con Panamá, 19 especies con Perú y 21 con Venezuela;
es decir, que las Melastomataceae del Chocó son más
afines con Ecuador, Panamá y Venezuela respectivamente.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Frente a la falta
de información y sistematización de las pocas
expediciones recientes se hace difícil cuantificar el
número de colecciones botánicas en el herbario
Chocó.
Debido a que
la familia Melastomataceae está presente en todos los
inventarios florísticos, se hace necesario determinar
sistemáticamente y biogeográficamente sus representantes
para poder obtener mayor diferenciación de los mismos y
disminuir las limitaciones ecológicas, a través de la
asociación de los componentes históricos y
ecológicos, porque la extensión del área ocupada
depende de la latitud ecológica o adaptabilidad de la especie.
Es necesario
hacer trabajos de campo para complementar información,
enfatizando en las regiones antes mencionadas para actualizar los
listados.
Después
de terminar el primer estudio de las parcelas en todas las estaciones,
se debe completar el estudio con colecciones al azar de ejemplares con
flores y/o frutos, lo que dará una mejor información de
la familia en la región. De igual manera, se requiere
reconfirmar la identificación de los especímenes en el
herbario nacional colombiano, que cuenta con mayor información
sobre esta familia.
Este estudio
permitió corroborar la importancia de realizar este tipo de
estudio monográfico, enriquecer la información sobre la
familias para realizar múltiples interpretaciones
fitogeográficas y descubrir o reconfirmar patrones de
distribución, completar la información florística
para realizar verdaderas trabajos sistemáticos, conocer mejor la
etnobotánica de las especies de esta familia y cómo la
comunidad afro e indí-gena utiliza sus recursos, incluyendo el
estudio fotoquímico, tal como se viene trabajando con Aciotis
polystachya, colectada en Tadó (Salas 2007). Los estudios se
deben extender a los demás géneros de gran importancia
etnobotánica.
Se
obtuvieron 28 especies que son primer registro para el Chocó, 11
especies que son primer registro para Colombia, 25 especies
endémicas de Colombia, 19 géneros/ 109 especies y una
especie nueva de Tessmannianthus y Henrriettella.
Es posible obtener
nuevas especies de otros géneros porque existen muchos
materiales estériles, lo que hace necesario hacer seguimiento a
sus períodos de floración y fructificación.
AGRADECIMIENTOS
Sea este el medio
para agradecer al IIAP (en especial a sus administradores) por su
colaboración para la realización del presente trabajo, a
la bióloga Angélica Asprilla, a los miembros de la
comunidades, de los consejos comunitarios de Tutunendo, Tadó y
Alto Baudó por su acompañamiento y colaboración
durante el levantamiento del muestreo; a los trabajadores de la
estación del Tutunendo y Alto San Juan y a la Alcaldía
del Alto Baudó por faciltar nuestra permanencia en la ciudad, a
los demás miembros del grupo de trabajo de palmas, helechos y
etnobotánica, con quienes poco a poco vamos integrando un
verdadero equipo de trabajo.
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